lunes, 27 de abril de 2009

Ofelia


A veces una muere por causas ajenas a su voluntad. A veces se muere todo el tiempo de lo mismo.
Cuando no encajan las piezas del rompecabezas, porque son dos rompecabezas mezclados y no lo sabemos...
Cuando la obligación de ser de tal o cual manera, a veces impuesta por una misma, pesa más que el simple acto de devenir...
Cuando el rechazo y las cuentas pendientes hacen demasiado contraste...



"...Yo soy Ofelia. Aquella que el río no contuvo. La mujer colgando de la soga. La mujer con las arterias abiertas. La mujer de la sobredosis. La mujer con la cabeza en el horno. NIEVE SOBRE SUS LABIOS. Ayer por fin dejé de suicidarme. Ahora estoy sola con mis pechos mis muslos mi útero. Destrozo el instrumental de mi cautiverio, la silla la mesa la cama. Destruyo el campo de guerra que era mi hogar. Arranco las puertas para que el viento deje entrar al grito del mundo. Destrozo la ventana. Con mis manos sangrantes rompo las fotografías de los hombres que amé y me usaron sobre la cama la mesa la silla el piso. Incendio mi prisión. Tiro mis vestidos al fuego. Arrojo al reloj que fue mi corazón fuera de mi pecho. Salgo a la calle, vestida con mi propia sangre...."
Máquina Hamlet, Heiner Müller

Sueño y testamento

Me desperté muy triste.
Había soñado con tu muerte.
Y en el sueño, antes de que murieras, me preguntabas: ¿creés que un día seré famoso? ¿Podré vivir de lo que amo hacer?
Y yo sonriendo, y leyendo lo que escribías, te decía: ¡seguro! si sos genial. ¿Qué duda cabe?
Y te morías, de golpe.
Y yo no caía.
Creía que era una vacación del mundo. Un escape de la rutina.
Pero tus amigos te lloraban. Y yo seguía sin entender.
Y mis amigos me advertían que no ibas a volver. Pero nada me hacía despertar.
Veía un video o dos, de esos que yo filmaba en las reuniones. Y eras tan real que no podía saberte muerto.
Hasta veía una filmación extraña, hecha por alguien de tu familia, en donde estabas agonizando.
Nunca supe, en el sueño, de que morías.
Si de dengue o un auto en una picada.
Pero escuchaba una música, y de golpe, como el babeante perrucho de Pavlov, me acordaba de vos preguntando: ¿creés que un día seré famoso?
Y me daba cuenta de que no. De que dejabas solos a tus amigos.
De que tu familia lloraba de verdad.
De que mis amigos me miraban con trsiteza.
Y que a mi me dejabas sin música, sin palabras. Sin vos
Por eso, recién levantada y con la resaca de ese sueño, te pido que si muero ( de dengue o auto en picada, desamor o lo que fuera) te quedes con mis cosas.
No hablo de los libros, los papeles, los trapos...este caos que me envuelve.
Quiero que te quedes con mis amigos, mi familia, los cuadernos que coso y también los que escribo.
Los videos, quemalos. Hay hombres que nos son vos, y eso me jode.
Tendrías que haber sido vos siempre, pero viste las cosas que hace el tiempo: Nos enreda en vidas que no son la última. Pero lo hace tan solo para ir armando el camino hacia esa vida.
Pero quemalos igual. Ya no interesan.
Corro la mirada de tu muerte onírica a la mía, porque tu testamento está hecho. Y el mío está tan desordenado como mi casa.
Por eso te pido que te quedes con estas cosas.
El último cuadro que pinté, dejalo en la casa. Vaciá todo, o tiralo por la ventana. Regalá cosas a los vecinos del barrio. hacé lo que quieras, pero el cuadro dejalo. Es de la casa, le pertenece.
Lo demás, no sé...
Nadie se arranca las mechas por la herencia de despojos.
En tu muerte de sueño me dejabas el password de tu blog y tu facebook. Tiempos modernos y herencias virtuales...
Toda herencia es una mierda si en vida no se hace algo con eso.
Mi abuelita decía: las flores son para los vivos. Regalenmelás ahora y olvidensé de ellas en mi velorio.
Yo quiero margaritas y jazmines. Y junquillos y diamelas.
¿Y vos?
Voy a averiguarlo. Voy a compartir tu vida, la mía, la de los demás ahorita.
Y voy a salir por las calles a sacudirme esta resaca de llanto.

miércoles, 22 de abril de 2009

Toda las poesías del mundo son hijas del desamor


"...Stanislavski tenía razón: se puede encontrar dolor nuevo cada vez que descubres lo que ya sabias de antemano.
El síndrome de Stendhal, dice Ángel, es un término médico. Es cuando un cuadro o alguna obra de arte es tan bella que abruma al espectador. Es una forma de shock. Cuando Stendhal visitó la iglesia de Santa Croce en Florencia en 1817, afirmó haber estado a punto de desmayarse de placer. La gente siente taquicardia. Se marea. Mirar grandes obras de arte hace que uno se olvide de su nombre y que se olvide hasta de dónde está. Puede provocar depresión y agotamiento físico. Amnesia. Pánico. Ataques al corazón. Colapsos.


De acuerdo con la grafología, si uno con el dedo índice resigue la caligrafía de alguien, quizá si uno toma una cuchara de madera o un palito y escribe encima de las palabras escritas, puede sentir exactamente lo que sentía el que las escribió en el momento de escribirlas. Hay que estudiar la presión y la velocidad de la escritura, apretar de la misma forma que apretaba el que escribía. Escribir a la misma velocidad que el que escribía. Ángel dice que es todo muy similar al Método de Interpretación. A lo que él llama el Método de Acción Física de Konstantin Stanislavski.
Ángel dice que el análisis de la caligrafía y el Método de Interpretación se popularizaron al mismo tiempo. Stanislavski estudió la obra de Pavlov y su perro babeante y también el trabajo del neurofisiólogo I.M. Sechenov. Antes de eso. Edgar Alian Poe estudió grafología. Todo el mundo estaba intentando vincular lo físico y lo emocional. El cuerpo y la mente. El mundo y la imaginación. Este mundo y el otro.
Guiando el dedo de Misty por la pared, resiguen las palabras: «... tu flujo sin fin, con tu ansia sin fondo y tus demandas estridentes...».
En susurros, Ángel dice:
—Si la emoción puede crear una acción física, entonces duplicar la acción física puede recrear la emoción.
Stanislavski, Sechenov. Poe, todos buscaban un método científico para producir milagros por encargo, dice Ángel. Una forma infinita de repetir lo accidental. Una línea de montaje para planear y fabricar lo espontáneo.
Lo místico confluye con la revolución industrial.


La grafología dice que en nuestra caligrafía aparecen los tres aspectos de todas las personalidades. Todo lo que hay por debajo del nivel inferior de una palabra, la cola de una ge o de una i griega minúscula, por ejemplo, eso habla del inconsciente. Lo que Freud llamaba el «ello». Ese es el lado más animal de la persona. Si se inclina hacia la derecha quiere decir que uno está orientado al futuro y al mundo exterior. Si la cola se inclina a la izquierda, quiere decir que uno está atrapado en el pasado y encerrado en sí mismo.
Escribes o caminas por la calle y toda tu vida queda al descubierto en cada uno de tus actos físicos. La forma en que yergues los hombros, dice Ángel. Todo es arte. Lo que haces con las manos siempre está contando tu vida entera.

Misty cuenta que para captar adecuadamente la expresión de dolor, el escultor Berníni dibujaba bocetos de su propia cara mientras se quemaba la pierna con una vela. Que cuando Géricault pintó La balsa de la Medusa fue a un hospital para dibujar las caras de los pacientes que agonizaban. Que se llevaba sus cabezas y brazos cortados a su estudio para estudiar cómo cambiaba la piel de color a medida que se iba pudriendo.


-Lo interesante (...)es considerar el dolor una herramienta espiritual.
Dolor y carestía. Los monjes budistas se sientan en los tejados, ayunan y no duermen hasta que llegan a la revelación. Aislados y expuestos al viento y al sol. Compáralos con san Simeón, que se pudrió en su columna. O con los siglos de practicantes impasibles de yoga. O con los nativos americanos que emprendían viajes visionarios. O con las chicas americanas del siglo XIX que ayunaban hasta morir movidas por la piedad religiosa. O con santa Verónica, cuyo único alimento fueron cinco semillas de naranja que masticaba en memoria de las cinco heridas de Cristo. O con lord Byron, que ayunó y se purgó y llevó a cabo su heroica travesía del Helesponto. Un anoréxico romántico. Con Moisés y Elias, que ayunaron en el Antiguo Testamento para tener visiones. Con las brujas inglesas del siglo xvn, que ayunaban para llevar a cabo sus hechizos. O con los derviches, que se agotan girando en busca de la revelación.
El doctor continúa y continúa.
Todos esos místicos a lo largo de la historia, en todo el mundo, todos encontraron el camino a la revelación mediante el sufrimiento físico.
(...)
-Es aquí cuando se pone interesante -dice la voz del doctor-. De acuerdo con la fisiología del cerebro dividido, el cerebro se compone de dos mitades, como una nuez.
La mitad izquierda del cerebro se encarga de la lógica, el lenguaje, el cálculo y la razón, dice. Es la mitad que la gente percibe como su identidad personal. Es la base consciente, racional y cotidiana de nuestra realidad.
El lado derecho del cerebro, le dice el médico, es el centro de la intuición, la emoción, la perspicacia y la capacidad de reconocimiento de formas. El inconsciente.
-El cerebro izquierdo es un científico -dice el médico-. El cerebro derecho es un artista.
Dice que la gente vive normalmente con la mitad izquierda del cerebro. Solamente cuando uno sufre un dolor extremo, está preocupado o enfermo, su inconsciente puede filtrarse en su mente consciente. Cuando alguien está herido, enfermo, llorando la muerte de alguien o deprimido, el cerebro derecho puede asumir el control durante un instante y abrir paso a la inspiración divina.
Un destello de inspiración. Un momento de comprensión.
El psicólogo francés Pierre Janet llamaba a este estado «un descenso del umbral mental».
El doctor Touchet lo llama abaissemet du niveau mental.
Cuando estamos cansados, deprimidos, hambrientos o sufrimos dolor.
De acuerdo con el filósofo alemán Carl Jung, esto nos permite conectarnos con un cuerpo universal de conocimiento. La sabiduría de todo el mundo durante todo el tiempo.
Carl jung y lo que Peter le dijo a Misty sobre ella misma. El color dorado. Las palomas. El canal de Saint Lawrence.
Frida Kahlo y sus llagas sangrantes. Todos los grandes artistas son inválidos.
De acuerdo con Platón, no aprendemos nada. Nuestra alma ha vivido tantas vidas que lo sabemos todo. Los maestros y la educación solamente pueden recordarnos lo que ya sabemos.
Nuestra tristeza. Esa supresión de nuestra mente racional es la fuente de inspiración. La musa. Nuestro ángel de la guarda. El sufrimiento nos saca de nuestro autocontrol racional y permite que lo divino se canalice a través de nosotros.
—Una cantidad suficiente de estrés —dice el médico—, ya sea positivo o negativo, ya sea por amor o por dolor, puede inutilizarnos la razón y proporcionarnos ideas y talentos que no podríamos conseguir de ninguna otra forma.
(...) El método Stanislavski de las acciones físicas. Una fórmula fiable para hacer milagros por encargo."

Diario, Una Novela
Chuck Palahniuk

martes, 21 de abril de 2009

Año nuevo, vida nueva.

Empezó el otoño de verdad. Con hojas secas y mandarinas.
Por eso este blog se muda por estos pagos.
Veamos que sale de todo esto
(es muy bueno tener un barrio portátil para trasladarlo de un lado a otro. El nomadismo va por dentro)