miércoles, 22 de abril de 2009

Toda las poesías del mundo son hijas del desamor


"...Stanislavski tenía razón: se puede encontrar dolor nuevo cada vez que descubres lo que ya sabias de antemano.
El síndrome de Stendhal, dice Ángel, es un término médico. Es cuando un cuadro o alguna obra de arte es tan bella que abruma al espectador. Es una forma de shock. Cuando Stendhal visitó la iglesia de Santa Croce en Florencia en 1817, afirmó haber estado a punto de desmayarse de placer. La gente siente taquicardia. Se marea. Mirar grandes obras de arte hace que uno se olvide de su nombre y que se olvide hasta de dónde está. Puede provocar depresión y agotamiento físico. Amnesia. Pánico. Ataques al corazón. Colapsos.


De acuerdo con la grafología, si uno con el dedo índice resigue la caligrafía de alguien, quizá si uno toma una cuchara de madera o un palito y escribe encima de las palabras escritas, puede sentir exactamente lo que sentía el que las escribió en el momento de escribirlas. Hay que estudiar la presión y la velocidad de la escritura, apretar de la misma forma que apretaba el que escribía. Escribir a la misma velocidad que el que escribía. Ángel dice que es todo muy similar al Método de Interpretación. A lo que él llama el Método de Acción Física de Konstantin Stanislavski.
Ángel dice que el análisis de la caligrafía y el Método de Interpretación se popularizaron al mismo tiempo. Stanislavski estudió la obra de Pavlov y su perro babeante y también el trabajo del neurofisiólogo I.M. Sechenov. Antes de eso. Edgar Alian Poe estudió grafología. Todo el mundo estaba intentando vincular lo físico y lo emocional. El cuerpo y la mente. El mundo y la imaginación. Este mundo y el otro.
Guiando el dedo de Misty por la pared, resiguen las palabras: «... tu flujo sin fin, con tu ansia sin fondo y tus demandas estridentes...».
En susurros, Ángel dice:
—Si la emoción puede crear una acción física, entonces duplicar la acción física puede recrear la emoción.
Stanislavski, Sechenov. Poe, todos buscaban un método científico para producir milagros por encargo, dice Ángel. Una forma infinita de repetir lo accidental. Una línea de montaje para planear y fabricar lo espontáneo.
Lo místico confluye con la revolución industrial.


La grafología dice que en nuestra caligrafía aparecen los tres aspectos de todas las personalidades. Todo lo que hay por debajo del nivel inferior de una palabra, la cola de una ge o de una i griega minúscula, por ejemplo, eso habla del inconsciente. Lo que Freud llamaba el «ello». Ese es el lado más animal de la persona. Si se inclina hacia la derecha quiere decir que uno está orientado al futuro y al mundo exterior. Si la cola se inclina a la izquierda, quiere decir que uno está atrapado en el pasado y encerrado en sí mismo.
Escribes o caminas por la calle y toda tu vida queda al descubierto en cada uno de tus actos físicos. La forma en que yergues los hombros, dice Ángel. Todo es arte. Lo que haces con las manos siempre está contando tu vida entera.

Misty cuenta que para captar adecuadamente la expresión de dolor, el escultor Berníni dibujaba bocetos de su propia cara mientras se quemaba la pierna con una vela. Que cuando Géricault pintó La balsa de la Medusa fue a un hospital para dibujar las caras de los pacientes que agonizaban. Que se llevaba sus cabezas y brazos cortados a su estudio para estudiar cómo cambiaba la piel de color a medida que se iba pudriendo.


-Lo interesante (...)es considerar el dolor una herramienta espiritual.
Dolor y carestía. Los monjes budistas se sientan en los tejados, ayunan y no duermen hasta que llegan a la revelación. Aislados y expuestos al viento y al sol. Compáralos con san Simeón, que se pudrió en su columna. O con los siglos de practicantes impasibles de yoga. O con los nativos americanos que emprendían viajes visionarios. O con las chicas americanas del siglo XIX que ayunaban hasta morir movidas por la piedad religiosa. O con santa Verónica, cuyo único alimento fueron cinco semillas de naranja que masticaba en memoria de las cinco heridas de Cristo. O con lord Byron, que ayunó y se purgó y llevó a cabo su heroica travesía del Helesponto. Un anoréxico romántico. Con Moisés y Elias, que ayunaron en el Antiguo Testamento para tener visiones. Con las brujas inglesas del siglo xvn, que ayunaban para llevar a cabo sus hechizos. O con los derviches, que se agotan girando en busca de la revelación.
El doctor continúa y continúa.
Todos esos místicos a lo largo de la historia, en todo el mundo, todos encontraron el camino a la revelación mediante el sufrimiento físico.
(...)
-Es aquí cuando se pone interesante -dice la voz del doctor-. De acuerdo con la fisiología del cerebro dividido, el cerebro se compone de dos mitades, como una nuez.
La mitad izquierda del cerebro se encarga de la lógica, el lenguaje, el cálculo y la razón, dice. Es la mitad que la gente percibe como su identidad personal. Es la base consciente, racional y cotidiana de nuestra realidad.
El lado derecho del cerebro, le dice el médico, es el centro de la intuición, la emoción, la perspicacia y la capacidad de reconocimiento de formas. El inconsciente.
-El cerebro izquierdo es un científico -dice el médico-. El cerebro derecho es un artista.
Dice que la gente vive normalmente con la mitad izquierda del cerebro. Solamente cuando uno sufre un dolor extremo, está preocupado o enfermo, su inconsciente puede filtrarse en su mente consciente. Cuando alguien está herido, enfermo, llorando la muerte de alguien o deprimido, el cerebro derecho puede asumir el control durante un instante y abrir paso a la inspiración divina.
Un destello de inspiración. Un momento de comprensión.
El psicólogo francés Pierre Janet llamaba a este estado «un descenso del umbral mental».
El doctor Touchet lo llama abaissemet du niveau mental.
Cuando estamos cansados, deprimidos, hambrientos o sufrimos dolor.
De acuerdo con el filósofo alemán Carl Jung, esto nos permite conectarnos con un cuerpo universal de conocimiento. La sabiduría de todo el mundo durante todo el tiempo.
Carl jung y lo que Peter le dijo a Misty sobre ella misma. El color dorado. Las palomas. El canal de Saint Lawrence.
Frida Kahlo y sus llagas sangrantes. Todos los grandes artistas son inválidos.
De acuerdo con Platón, no aprendemos nada. Nuestra alma ha vivido tantas vidas que lo sabemos todo. Los maestros y la educación solamente pueden recordarnos lo que ya sabemos.
Nuestra tristeza. Esa supresión de nuestra mente racional es la fuente de inspiración. La musa. Nuestro ángel de la guarda. El sufrimiento nos saca de nuestro autocontrol racional y permite que lo divino se canalice a través de nosotros.
—Una cantidad suficiente de estrés —dice el médico—, ya sea positivo o negativo, ya sea por amor o por dolor, puede inutilizarnos la razón y proporcionarnos ideas y talentos que no podríamos conseguir de ninguna otra forma.
(...) El método Stanislavski de las acciones físicas. Una fórmula fiable para hacer milagros por encargo."

Diario, Una Novela
Chuck Palahniuk

5 comentarios:

Naty dijo...

Que lindo lugar!!!

El naranja le queda bien al barrio, eso es cantao.

María dijo...

Marrón no iba a ser!

Pedro dijo...

Mierda que empezaste livianita la cosa!
Yo, que soy un sufrido por obligación, no estoy muy seguro de que el dolor te acerque al arte.
Dejamelo pensar más.
Pero tus acciones escriben tu diario. Eso seguro.
Linda novela. Al final, tanto escorchar y Mora me la regaló.
ahora....porque mi link es una verdulería? no se te ocurrió "cabaña", "choza" o "carpa", por lo menos?

kika dijo...

gracias por este post!

María dijo...

Pe: porque te la pasás mandando fruta, corazón!
kika: de nada Y gracias por pasarte por el barrio