jueves, 21 de mayo de 2009

Basta y sobra



Yo te quise tanto que se me congelaron los nudillos apretando los puños en invierno.
Me golpeó el viento esperando colectivos.
Gasté créditos y créditos mandandote mensajes inútiles.
Lloré de dolor y agotamiento tratando de alcanzarte u olvidarte, lo que sucediera primero.
Me masturbé pensando en vos como en ninguno.
Inventé películas con tu protagonismo.
Creé mundo en donde siempre o por fin estábamos juntos.
Te putié tanto tanto que a tu mamá le ardieron las orejas por dos años.
Pasé por las puertas de tus casas mirando para adentro, buscando una sombra o tu fantasma.
Desgrané tus discursos, tus gestos, tus silencios... buscando señales o certezas que nunca se dignaron a venir.
Guardé cada migaja arrojada por vos como si fuera oro.
Atesoré recuerdos y sonrisas y cajitas de forros vacías.
Dibujé tus ojos en papeles y cuadernos.
Traté por mil caminos de que no murieras.
Me cansé tanto...
Una o dos veces te mandé a la mierda para siempre.
Dejé que otros llegaran. Pero todos se fueron.
Y un día dije basta.
Y tu nombre fue un eco

2 comentarios:

Marine Juliette dijo...

asi pasa.....como algo que se aleja inevitablemente hasta volverse chiquitito chiquitito...perceptible desde el sonido hasta el mas justo silencio..

Un gusto Maria*

María dijo...

Gracias por pasar, mademoiselle...