viernes, 28 de septiembre de 2012

Revelación

Como un rollo de fotos guardado mucho tiempo que encontramos y llevamos a una casa de fotografías de esas que aún hacen revelados. 
Y de repente, aparecen en un papel esas caras, esas manos. Esas personas que fuimos y ya no somos. Y andá a saber por qué ya no somos.
Darme cuenta que tengo la terrible necesidad de abrazar y que me abracen, que me contengan, que me  sostengan desde esos lugares que yo no sé ni puedo. 
Darme cuenta  de que te busco a vos, el necesitado de contención, de mujer, de hambre, de abrigo. Para eso mismo: para ser abrigo, contención, alimento  y mujer todo el tiempo.
Saberme tan frágil, y por eso protegida con capas de grasa, para que no se rompa el cristal que llevo dentro.
Saberte ahí, tan lejos por el miedo. Tan y absolutamente paralizado por el miedo de sentirse correspondido, que dan ganas de  golpearte los ojos a gritos.
Busco un igual que se parece un poco a vos. Y vos no  ves que me parezco, ni que necesito todo eso que vos necesitas. Y  que yo sí estoy dispuesta a dar , de manera casi incontenible, como desbordada de la necesidad de brindarte todo esto. Mi  miedo pasa por no saber pedir lo mismo. 
No sé decir que te necesito. No sabés que me necesitás.
Así nunca nos vamos a encontrar.
Y cómo vos creés en los milagros, y yo me reconozco y te reconozco espejo, voy a tener que creer yo también.
Espero  que algún día nos enfrentemos y nos reflejemos, revelando  nuestros brillos, despojados del miedo y del cansancio de estar solos.
Hoy me di cuenta de lo lejos que estamos.
Y de lo cerca que podríamos estar.

No hay comentarios: